AMEYALI, UNA CULTURA.

Comenzó como un proyecto pequeño, una idea poco ambiciosa y un enfoque original: romper las reglas. Queríamos explorar límites poco conocidos, recuperar recetas familiares y volver a lo básico, al disfrute de la naturaleza, de ingredientes cuyo sabor no estuviese alterado por los químicos comúnmente utilizados en nuestra actual sociedad. Queríamos crear una cocina artesanal, donde ningún microondas tuviera lugar, cada ingrediente fuera fresco y cada platillo resultara un halago al paladar por su cautelosa y paciente elaboración. Nos concentramos en crear un menú exclusivo de Ameyali Restaurante, conformado por platillos originales de nuestra inventiva y con ese sabor peculiar y sobrecogedor que nuestros secretos culinarios provocan.

Nuestra ubicación y decoración campestres son ideales para ignorar durante una mañana el agitado ritmo de la ciudad. La música con tonos de jazz, la energía que emana nuestro jardín, el canto de los pájaros, el andar despreocupado de las gallinas y el placer de desayunar alguno de nuestros platillos, conforman una experiencia inolvidable.

A lo largo de las entregas que haré por este medio, me concentraré en compartir todas las enseñanzas que este proyecto me ha brindado, demostrando que en efecto, Ameyali no es sólo un restaurante, sino una cultura.