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AMEYALI RESTAURANTE, UN ESCAPE DEL ESTRÉS.

  • ameyalirestaurante
  • 31 mar 2017
  • 2 Min. de lectura

Somos obligados a despertar por el sonido de una alarma, estamos acostumbrados a respirar entrecortadamente y cada vez que nos es posible, ahorramos tiempo para invertirlo en continuar andando con prisas. La práctica de comer tranquilamente, disfrutando de cada bocado y aroma se ha alejado de nuestra rutina, ya que, al menos dos veces al día, comemos rápido mientras ejecutamos otras actividades o pensamos en lo siguiente que tenemos que hacer. Por esto mismo, no es de extrañar que la tendencia de comida rápida se encuentre en su auge. Tan sólo en México, el consumo promedio de comida chatarra por persona oscila alrededor de los 212 kg al año.


Numerosos análisis médicos comprueban cómo el consumo de los productos ofrecidos por la industria de la comida rápida afectan nuestra salud. Un estudio publicado en Public Health Nutrition en 2012, realizado por las universidades de Navarra y Las Palmas de Gran Canaria, enlazó dicha industria al aumento de pacientes con depresión, demostrando que el consumidor de comida rápida tenía un 51% más de probabilidad de padecer depresión, probando igualmente que una de cada cuatro personas con este padecimiento presentaban niveles desequilibrados de las vitaminas B2, B6, B12 y ácido fólico, desequilibrio originado por una alimentación no balanceada.


Gregorio Marañón, prominente médico español dijo: “En este siglo acabaremos con las enfermedades, pero nos matarán las prisas”. Considerando que el estrés nos conduce a realizar prácticas que son dañinas para nuestra salud, la cita anterior tiene bastante sentido. Un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Oregón mostró que las personas que tienen una vida con mucho estrés son propensos a morir antes de la media de sus compañeros. Si a este hecho agregamos que nuestra calidad de vida disminuye igualmente al padecer males físicos y psicológicos causados por nuestras propias malas costumbres tendremos suficientes razones para poner atención a lo que consumimos y cómo vivimos.


Como protesta a las malas prácticas alimentarias, en 1989 nació en Roma la tendencia de Slow Food. Esta promueve la agricultura ecológica y fomenta el consumo de productos locales de temporada, incitando a comer con atención, valorando la calidad y procedencia de la materia prima. Gran cantidad de personas han relacionado el término Slow Food con el tiempo de espera de sus alimentos, ignorando que dicha tendencia se concentra en ofrecer un concepto que va más allá de “rápido” y “lento”. De acuerdo con un estudio de la Universidad Cristiana de Texas (EE UU), comer despacio es una forma sencilla de aportar salud al organismo y eliminar estrés de una parte tan importante de la rutina diaria.


Ameyali Restaurante se ha convertido en un respiro de la ciudad y santuario del disfrute de la naturaleza. Nuestro ambiente le inspira a nuestros comensales tranquilidad, invitándolos a destinar más tiempo para comer, el cuál se traduce en más tiempo para agradar al paladar y al olfato. Igualmente les recordamos que los tiempos que marca la realidad no siempre se ajustan a las expectativas personales, por lo que es mejor respirar hondo y disfrutar de cada instante que nos regale la vida, olvidándonos del estrés, de las prisas y concentrándonos en nuestra salud física y mental.




 
 
 

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